De Hábitos y Rutinas: El Secreto para Nuevos Emprendedores

Emprender en definitiva es un camino difícil y lleno de retos. Cuando se trata de emprendedores que recién empiezan esta travesía coordinar tantas actividades suele ser de las tareas más complejas.
Cuando se trata de éxito, a menudo es la disciplina quien le gana al talento. Las personas más efectivas son comprometidas con el proceso más que con los resultados.
Es evidente que queremos conseguir cosas, pero hay que entender que los resultados no dependen en un 100% de nosotros. Por lo tanto, enfocarte más en hacer lo que debes hacer – el proceso- y no sólo en lo que obtienes, es la manera más efectiva de acercarte a tus metas.
Es importante diferenciar el estar ocupado del ser productivo. Estar ocupado se refiere a pasar el día entre tareas y tareas, apagando incendios y corriendo tras los imprevistos. Por su parte ser productivo consiste en hacer aquello que realmente nos va a generar resultados, priorizar las actividades y ejecutar lo realmente importante.
Pero el problema es que ser más productivo no siempre es fácil, sobre todo si somos emprendedores y tenemos que asegurarnos de realizar todas las tareas que conlleva ser un emprendedor, sobre todo con los patrones que hemos aprendido desde niños en donde “hacer más, es mejor”.
Sin embargo, con un poco de planificación y disciplina podemos mejorar nuestros resultados, focalizando el esfuerzo y sin sacrificar nuestra salud y paz mental en el proceso; aumentando así las probabilidades de éxito de nuestro emprendimiento.
¿Cómo mejorar mis resultados sin frustrarme en el intento?
Los resultados son la consecuencia de lo que hacemos, más un tanto de influencia externa. Cómo te he dicho antes, focalizarse sólo en lo que esperas lograr te va a traer mucha frustración.
Los eventos externos alteran no solo los resultados que obtenemos sino la manera en la que deseábamos tenerlos. La planificación, por lo tanto, debe ser lo suficientemente flexible pero firme para adaptarnos a los eventos sin ceder en la consecución de los objetivos.
Para evitar la frustración debemos dar nuestro máximo esfuerzo en el proceso, de modo de que sepamos que estamos haciendo lo mejor que podemos independientemente de si conseguimos exactamente lo que buscamos.
Es por esto que los hábitos y las rutinas son la base para crear un proceso equilibrado entre nuestro emprendimiento y nuestra vida cotidiana que permita maximizar nuestros esfuerzos y finalmente llevarnos a unos buenos resultados.
Hábitos vs Rutinas
En este punto quizás te preguntes qué necesitas ¿Hábitos o rutinas? ¿No son acaso la misma cosa?
Un hábito es una acción recurrente, a menudo inconsciente, que se adquiere mediante la repetición frecuente. En definitiva crear o cambiar hábitos es una acción consciente que requiere de un gran esfuerzo mental, disciplina y motivación. Pero una vez logra ser afianzado se vuelve una acción inconsciente que te permite obtener resultados sin tanto esfuerzo.
Por su parte una rutina es un conjunto de actividades o procedimientos habituales -INSERTE HÁBITOS- que a menudo se realizan de forma inconsciente.
De aquí la importancia de volverte un intraemprendedor.
¿Qué es primero, el huevo o la gallina?
Nuestros hábitos deben ser coherentes con lo que decimos que queremos obtener. Si quieres mejorar tu cuerpo, tener el hábito de estar todo el día acostado no te va a ayudar.
Sin embargo, tener buenos hábitos con una mala rutina puede dificultarte también el proceso. Quizás colocar tu hora de entrenamiento donde el tráfico te dificulta llegar al gimnasio no sea la mejor de las ideas y termines abandonando demasiado pronto.
Es por esto que escoger los hábitos y plantear rutinas no debe tomarse a la ligera. Forma parte de la estrategia para construir la vida que queremos de una forma mucho más llevadera y agradable.
Puedes tener una buena rutina con malos hábitos, o muy buenos hábitos con una mala rutina y de ambas formas solo conseguirás frustrarse en el proceso. Por consiguiente estudia y desarrolla lo mejor de ambos mundos.
Crea una rutina ganadora
Una vez que sepas qué cosas son realmente importantes, y que objetivos necesitan ser cubiertos plantea cuáles son los hábitos que te ayudarán a conseguirlos:
- Despertarte Temprano
- Meditar
- Organizar el día
- Hacer ejercicios
- Lectura
- Reunión con el equipo de trabajo
- Ejecutar las actividades regulares
- Apartar tiempo de ocio
Seleccionado esos hábitos y tareas que son fundamentales para llevar una vida equilibrada, descubre cuál es la mejor manera de unir estos hábitos en el día a día a través de una rutina.
Toma en cuenta los horarios donde rindes más laboralmente, los tiempos de traslado, tus estados de ánimos a lo largo del día, o como coincidir con otras personas.
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Por otra parte date permiso de un tiempo de prueba, es normal que pensemos que todo funcionara en cierto orden y luego nos demos cuenta que rindamos más en otro. Lo importante es estar consciente de que estamos focalizándonos en mejorar nuestros procesos.
Hábitos y Rutinas que todo Nuevo Emprendedor debe plantearse
- Levántate temprano: Ya se que no todos somos de madrugar. Pero si eres de esos que van corriendo en la mañana prueba levantándote al menos 45 minutos antes. Empezar el día con una mente mucho más tranquila influirá en las tareas que vayas realizando a lo largo del día.
- Medita sobre el día tienes por delante: antes de tomar tu teléfono, prueba visualizando los retos que tendrás en el día, los posibles obstáculos que te tocará enfrentar y los resultados que quieres obtener. Cuando visualizamos lo bueno y lo malo estaremos mejor preparados para cada situación. Por último agradece por una nueva oportunidad.
- Establece prioridades: Seguramente en el día tendrás la tentación de querer cumplir con muchas metas. Sin embargo el tiempo es limitado. Al hacer tu lista de cosas por hacer no olvides resaltar aquellas con las que te sentirías satisfecho de cumplir y tómalas como prioridad.
- Aparta tiempo para ti: No podemos dar de lo que no tenemos. Una mente saturada y un cuerpo poco saludable difícilmente puedan generar grandes resultados en el tiempo. Prioriza tiempo para mejorar tus capacidades, para la lectura, para el ejercicio y cualquier otra actividad que te permite “afilar el hacha”
- Aparta tiempo para otros: Somos seres sociales y estar con las personas que nos importan y nos aportan es parte fundamental del camino. No olvides tener tiempo para aportar a otros y para recargarte de buenas energías.
- Planifica tu siguiente jornada: Si ya me lees de hace rato te habrás dado cuenta que no coloco la planificación del día al inicio como es costumbre. El cerebro al dejar tareas pendientes les cuesta “cerrar” su proceso mental y está constantemente recordando que tienes cosas por hacer. Es por esto que planificar tu día, la tarde anterior, te ayudará a darle un cierre mental y descansar de mejor manera. Al terminar tu trabajo asegúrate de planificar los pendientes del día siguiente para mejorar tu descanso y también el inicio de la próxima jornada.
- Haz tu rutina de cierre: Baja las revoluciones. El descanso es fundamental para todo emprendedor. Esas viejas creencias de que hay que dormir menos y trabajar más ya quedaron en el pasado. Haz un cierre en tu día agradeciendo todo aquello que conseguiste y preguntándote qué puedes hacer mejor mañana.
Conclusión:
Emprender es un camino desafiante que requiere disciplina y enfoque en el proceso más que en los resultados inmediatos. La productividad efectiva implica diferenciar entre estar ocupado y ser productivo, priorizando actividades que generen resultados significativos.
Es crucial evitar la frustración al comprender que los resultados están influenciados por factores externos y centrarse en dar el máximo esfuerzo en el proceso. La planificación debe ser flexible pero firme para adaptarse a eventos imprevistos sin comprometer los objetivos.
Hábitos y rutinas son fundamentales para maximizar esfuerzos y mejorar las probabilidades de éxito del emprendimiento. Los hábitos son acciones recurrentes que, una vez establecidos, se vuelven automáticos, mientras que las rutinas son conjuntos de actividades habituales.
Seleccionar hábitos y plantear rutinas coherentes con los objetivos es esencial. Algunos hábitos y rutinas recomendados para nuevos emprendedores incluyen levantarse temprano, meditar sobre el día, establecer prioridades, reservar tiempo para sí mismo y para otros, y planificar la próxima jornada.
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